miércoles, 11 de febrero de 2015

FUERZA PARA EL NUEVO PARAGUAY



Escribíamos que este año 2015 es un verdadero regalo de Dios. Y esto nos llenaba de alegría.
Añadíamos, sin embargo, que  lo empezábamos con dos dificultades.
Una era el Presupuesto Nacional que carece en absoluto de sentido social y en el que se van a apoyar para olvidar a la mayoría pobre y favorecer a los que tienen demasiado.
La otra  es que soportamos unos politiqueros al frente del Gobierno (en los tres Poderes) que no nos representan y que solamente piensan en aumentar su enriquecimiento personal o de clase.
Los medios económicos están pensados para  los pocos que ya tienen demasiado y nuestras autoridades están servilmente a su servicio, salvo muy contadas excepciones.
Por delante, un año en el que podemos hacer maravillas y dos impedimentos en contra y ya presentes, que nos lo pueden arruinar por completo.
¿Cuál debe de ser nuestra actitud?
Pienso, ante todo, que acumular fuerzas.
Lo principal es la  integración    del PUEBLO mayoritario y soberano.  Es la hora integrar las bases. Ha llegado el tiempo de expresar bien claro y públicamente con quien estamos. Y de ser consecuentes con ello. Sin promesas, sino con hechos de servicios. Allí encontraremos la motivación que como estrella   nos ha de guiar.
Los creyentes tenemos, además, la fuerza de Dios  que  quiere también ese  otro Paraguay donde vivamos con felicidad.
Pero toda esta fuerza acumulada para que valga tiene que estar unida. Y su falta puede ser la tercera dificultad (además del mal Presupuesto Nacional y la politiquería) que nos impida realizar este año que ha comenzado y que, ciertamente, está en  nuestras manos.
Somos capaces de trabajar  al servicio de las bases del Pueblo. Inclusive de organizarnos. Pero, nos organizamos en múltiples grupos desunidos, unos en contra  de otros. Y de este modo ciertamente  fracasaremos.
El artículo de mañana es “Jesús hablaba y hacía feliz”

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