Alguno dirá que por conocer a un
personaje famoso y eso deja una
huella emotiva muy provechosa. Otros, porque es grande participar de una muchedumbre como pocas veces vamos a tener
ocasión en la vida.
Pero, el fruto mayor de la visita del papa Francisco es el cambio que puede dejar en la
vida individual y en la
sociedad. Por supuesto nada de esto es automático. Es una gracia de Dios que tenemos que prepararnos para recibirla.
El cambio espiritual en cada uno con un
abrirse en humildad y conversión para recibirlo. Y el cambio en la sociedad
escuchando su palabra y poniendo en práctica sus consejos
La venida del Papa Francisco es un
acontecimiento, que puede producir en nuestro Pueblo un cambio personal y colectivo muy positivo interno y externo.
Es importante también su preparación y
no me estoy refiriendo al montaje externo que va desde la seguridad hasta el
alojamiento.
Para los católicos no es un jefe de estado que nos
visita, es el Obispo de Roma, el Pastor, de nuestra Iglesia Católica.
Por eso, los católicos hemos de
prepararnos en nuestras comunidades para recibir la bendición de Dios en él. Es
hora de renovarnos, de crecer en la Fe.
Pero, también hemos de participar
activamente en cómo deseamos que
sea la visita de Francisco que viene para todos. Es natural que el gobierno haga un plan protocolario, pero Francisco viene para
todos como un hermano
guasu. Por eso queremos que la mayor parte de su tiempo esté con los que él
siempre está: con los pobres, con los campesinos, con los indígenas, con los
bañadenses, con los enfermos y presos, con los comprometidos (creyentes o no)
por un Paraguay nuevo.
Al Paraguay le interesa la visita del
Papa. ¿Le interesa al gobierno?
El artículo de mañana es “Integrar los
bañados a la ciudad”.
El Papa Francisco es la gran esperanza de la Iglesia, empeñado en reconducirla hacia sus orígenes humildes y de servicio como el mismo Jesús.
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