Recojo algunos de los comentarios que
escucho de aquellos que me rodean. “Está a favor de los sojeros”. “Nos
gobiernan unos pocos que son los ricos, empresarios, ganaderos”. “Cada día hay
más pobres”. “La APP nos hace daño”. “Los narcos andan metido en todo esto”. “La diferencia
entre ricos y pobres crece”. “Lo campesinos huyeron a los bañados y ahora los
quieren sacar de allí”.
Comentarios que, quizás, habrá que
matizar pero que muestran como la gente
más humilde ve a un gobierno que es el causante de todo esto.
En una síntesis apretada es un gobierno preferentemente a favor de los que ya tienen y que funda el
crecimiento de la Nación en el
crecimiento de los económicamente poderosos.
¿Está convencido de que actuando así
desaparecerán los pobres en el Paraguay?
Sinceramente me es difícil saberlo. Lo que sí me atrevo a decir que para este
Gobierno, los pobres y sus problemas, sus anhelos y su futuro soñado, no es la
opción principal.
Lo que sí es cierto es que este
gobierno del Paraguay entra por
sus obras dentro de la llamada corriente neoliberal o de capitalismo de
mercado. Este sistema priva el achicamiento del estado a favor de la
competencia privada, rehúye los impuestos como el que queremos se ponga a la
soja etc.…
Y esto significa que el actual gobierno
del Paraguay no está solo sino fuertemente se apoya en el sistema económico,
que todavía tiene fuerza.
Todo lo que acabo de expresar
difícilmente coincide con la definición utópica
de democracia (gobierno del Pueblo, para el Pueblo, con el Pueblo), por lo que un Gobierno
así tiene la necesidad continua de legitimación ante la opinión pública
creciente de mayor justicia, igualdad y calidad de vida para todos y no
solamente para unos pocos privilegiados.
El artículo de mañana viernes es “La
ética y los balines de goma”.
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