No se atreven a decirlo y no se atreven
a decirlo directamente, con claridad. Nos dicen que no tenemos los
bañadenses ningún título
sobre nuestras tierras a
pesar de haber estado viviendo en ellas desde hace 20, 30 o 40 años. Nos están haciendo ahora un
registro que confunde más aun a nuestra gente. “Es
para ayudarle”. Los pobladores lo interpretan “para quedarse en el Bañado”.
Pero, eso nunca se explicita.
Prometen casas. ”Pero, ¿dónde?”. “Allí”. “Pero, allí ¿qué significa?”. No
se dice. Mientras tanto
construyen casas a cinco kilómetros de Itaugua para bañadenses. Las he visitado.
Y paralelamente, en radio y TV el
Intendente habla del desalojo en general.
Sobre este tema de desalojar a todos los
bañadenses existe una gran
confusión. Y, cada vez más, un gran temor. “Nos quieren desalojar a todos para
hacer en los bañados un gran negocio
inmobiliario los ricos del gobierno”. ¿Exagerado? ¿Verdad? Tema tabú sobre el que el gobierno calla.
Y el Pueblo sencillo del Paraguay, con
su viveza natural, piensa “Si no lo dicen es que temen que si lo sabemos no les
vamos a votar en noviembre”.
Y de todo esto ha brotado como una
decisión que se va extendiendo. “Cuando venga un candidato a nosotros para ser
intendente o concejal, le vamos a preguntar
“inocentemente” que nos diga cómo él se sitúa ante el desalojo de todos los bañadenses para construir donde ahora viven
ese barrio rico de que habla la Franja Costera.
La conclusión de su respuesta es
para nosotros. Porque, que
sepan que si apoya el desalojo ni le vamos a votar, ni que luego nos mienta y
haga lo contrario. No se lo vamos a soportar.
Y diciendo esto solamente hacemos
repetir lo que dice nuestra Constitución
que somos una democracia representativa y participativa.
El artículo de mañana miércoles es “La
elección de nuestro propio verdugo”.
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