Son el que marca la
Constitución sobre los municipios y el que tiene el actual Gobierno sobre
ellas.
Después de 35 años de
dictadura, en la que el Pueblo
estuvo silenciado y el
soberano era el dictador, los constituyentes al hacer la Carta Magna
restituyeron la soberanía al
Pueblo (Artículo 2°). Para ello la Constitución del 92 apoya decididamente la
descentralización hasta el último rincón del país. Nunca más todo el poder
debía de caer en una persona sino que estaría en los ciudadanos organizados.
Para ello se recreó a
nivel nacional el sentido del Estado con un territorio, la ley de la
Constitución, un gobierno (tres Poderes) para hacerla cumplir y el Pueblo soberano.
Y, paralelamente, en
sentido más pequeño como células vivas, los municipios con un territorio
determinado, la
Ley Orgánica Municipal , el Gobierno (intendencia y Junta
Municipal) y el Pueblo soberano, que
vive en esa Municipalidad.
De este modo la
descentralización política llegaba hasta el último rincón del
Paraguay.
Lamentablemente esto
no se cumple.
El actual gobierno y, en su parte, los anteriores, invaden la
descentralización de los Municipios y, en la práctica, los manipulan y someten
como hacen con las seccionales partidarias de la ANR. Como lo hacen
también, en otro género de cosas, con los Centros de Estudiantes de las
Universidades.
Asistimos diariamente
a una colorización de los
Municipios desde arriba, por un Poder Nacional centralizado y centralizador, pasos
previos siempre para una dictadura política, económica, social o cultural.
Y este es el proyecto político
del actual Gobierno central para los Municipios.
Desgraciadamente los partidos de la oposición,
incluyendo los de izquierda, carecen de un proyecto político
descentralizador para las Municipalidades. Y, cuando consiguen algunas de
ellas, se comportan centralizadamente igual que el partido colorado.
Pregunto, ¿a quién
parece interesarle esta anomalía tan en contra con el espíritu de la vigente Constitución ?.
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