Mons. Raúl Vera es obispo
de Saltillo (México). Viaja como un pasajero más. Nadie imagina que este
amistoso hombre de cabello completamente blanco, vestido con una chamarra negra
y camisa de franela, busca reformular las bases jurídicas, así como la
organización política y civil de México.
Se le preguntó sobre si existen
condiciones para un diálogo que cree un nuevo
pacto social con el Estado mexicano.
Su respuesta fue firme:
“No. Aquí el diálogo va a
ser entre los ciudadanos. Desgraciadamente no tenemos Estado mexicano, ese es
nuestro problema. El gobierno mexicano está en contra de la población. Entonces
no vamos a dialogar con un Estado, o mejor dicho, con un equipo de gobierno
deshonesto, que no está cumpliendo con sus obligaciones sino, al contrario,
destroza la Constitución con sus reformas estructurales para que vengan a
saquearnos. El diálogo es entre
nosotros. ¿Qué vamos a dialogar con ellos?”
Y, todavía insistió más.
“Tenemos que plasmar las
bases que rijan el pacto social, las relaciones que tenemos con nuestra tierra,
propiedades, petróleo, energéticos, metales, y especialmente con nuestro maíz.
No van a regirnos leyes como las que le está dando a Monsanto la propiedad
intelectual del maíz criollo para que mañana, si le encuentran a un campesino
maíz criollo en su casa, lo terminen encarcelando porque ya es Monsanto la
dueña de la patente del maíz que domesticaron nuestros pueblos originales.
Vamos a llegar mediante el plebiscito, el referéndum, la revocación del mandato,
la consulta popular y los consejos ciudadanos presentes, y no con esos equipos
de poder fáctico. Queremos llegar a una
elección popular con nuestros representantes populares, que serán los que hagan
una
asamblea constituyente”.
asamblea constituyente”.
México sufre una crisis
estructural y los mexicanos buscan un pacto social que les abra el futuro.
Invito sobre este telón de fondo a pensar en nuestro Paraguay.
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