Hoy es el día de unirnos
todos con toda la clase obrera para demostrar con fuerza que somos mayoría
los que queremos otro mundo mejor que es
posible.
Lamentablemente no todos
sienten que eso es lo principal para hoy. Y, todavía, hay grupos y divisiones y
falta de entendimiento en quienes decimos que queremos lo mismo cuando, en
realidad, aún estamos encerrados en nuestros propios intereses.
No hay excusas para, un
día como hoy, celebrar la Fiesta de los Trabajadores divididos. Al menos
tengamos la sinceridad de reconocerlo públicamente y de llenarnos de deseos de
que un día br sea una realidad la unión obrera.
Lo que hoy exigimos es
mucho.
Pero, es el comienzo de
la recuperación de los derechos de los trabajadores, conquistados con tanta
sangre, esfuerzos, luchas y años. Y que ahora, poco a poco, nos han ido
robando.
Exigimos un salario
justo, porque el que tenemos se ha quedado corto. Salario con horas extras. Salario creciente
a medida que crece la responsabilidad y las condiciones difíciles de trabajo.
Exigimos el IPS y la jubilación para
todos los que trabajamos. Hay empresas que nunca los pagaron y siguen
impunemente quedándose con los descuentos. Por otra parte, el IPS no es una
obra de caridad sino de justicia, que pagamos con descuentos en nuestro
salario.
Exigimos libertad para asociarnos
sindicalmente, cosa en la actualidad prohibida en muchos centros de
trabajo. El gobierno lo sabe y nada hace porque sus principales miembros prohíben los
sindicatos en sus empresas.
Exigimos condiciones de
trabajo dignas. Todavía existen talleres clandestinos donde centenares de mujeres y de jóvenes
trabajan en los que se vive una verdadera esclavitud laboral.
En el Día del Trabajador
felicito a todos ellos y renuevo mi compromiso de unirme a sus luchas
por un trabajo para todos en condiciones dignas de
acuerdo a todas las conquistas laborales obtenidas y que costaron las vidas de
muchos mártires.
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