jueves, 11 de junio de 2009

¿DE DÓNDE SACAMOS FUERZAS?



Las necesidades de nuestro Pueblo son grandes. Los deseos de dar respuesta, también. Y el enojo porque se ponen impedimentos egoístas por parte de algunos, que por su cargo debieran de ayudar, supera a todo lo anterior. Estamos como intentando mover una piedra que se nos hace demasiado pesada. Por eso, es importante encontrar de dónde sacar fuerzas.

Y no se trata de convencernos con voluntarismos subjetivos que ya somos fuertes. El momento histórico presente nos exige necesariamente, también, tener fuerzas reales.

Para los creyentes, existe un elemento que da fuerzas y, ciertamente, superiores a lo que nos figuramos. Mañana es el día del Corpus Christi. La ayuda de Dios está expresada en el pan consagrado. O sea es la presencia del Señor Jesús que estará con nosotros, fortaleciéndonos ahora y hasta el fin de los siglos.


Para todos, el mismo ser humano encierra potencialidades, muchas veces, desconocidas. Los grandes sueños abren horizontes que nos hacen olvidar las piedras del camino. El poder del testimonio ajeno, como en vasos comunicantes, nos transmiten su compromiso. La misma realidad nos enciende el motor de la vida. La unión nos hace invencibles.

Y así, siempre, podremos que la pequeña semilla se convierta en un fuerte árbol. El secreto está en que “la fuerza de Dios y la humana estén con nosotros”.

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