jueves, 11 de junio de 2009

¿PERDEREMOS EL CHACO EN EL SIGLO XXI?


Existen muchos modos de perder un territorio. El más conocido consiste en que otra nación se lo anexione, es ya imposible después de la Paz que hoy celebramos. Sin embargo existen otros modos bien dolorosos.

Comencemos por el más humano. Que las condiciones de vida por la falta de agua, abandono en salud, falta de justicia, precariedad en la educación, hagan a nuestro Chaco paraguayo zona de calamidades. Esto ya existe. Y bien que se necesita más interés en todos estos aspectos. En este sentido el Chaco está abandonado.

Sigamos por el medioambiental. El Chaco corre el peligro de ver su naturaleza destrozada por el abuso de querer sí o sí sacar el mayor provecho talando la vegetación y convirtiéndolo en pastizales o en cultivo de soja. Todo esto fatal para una naturaleza tan delicada. En este sentido el Chaco ha comenzado a destrozarse.
En lo poblacional, me hace pensar mucho que 30.000 paraguayos murieran para que siga el Chaco siendo paraguayo y que, en la actualidad, su mayor y mejor parte esté en manos de extranjeros. En este sentido hemos perdido casi el Chaco.

Es necesario que en nos tomemos más en serio a esta parte del territorio nacional. De otro modo puede ocurrir que solamente virtualmente pertenezca al Paraguay. Y esto puede significar: un Chaco destrozado o un Chaco, en teoría solamente, paraguayo.

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