La equidad es una virtud que privilegia a aquella persona que tiene menos. Realmente es algo poco vivido en el sistema neoliberal. Al que tiene se le favorece. Muchas veces por egoísmo, porque los que tienen más son los que menos, suelen dar, fuera de pocas excepciones. Otras veces por ganas de tener más. La plata atrae demasiado.
¿Los diputados al aumentarse escandalosamente sus dietas, fueron equitativos?.
Nos parece que no. Y parto del supuesto de que el presupuesto nacional es limitado, por lo que el privilegiar en el a un grupo social de alto nivel económico es discriminar a otros grupos que seguramente lo necesitan más y en cambio se les disminuye la ayuda.
Siendo la pobreza una enfermedad social bien grave en nuestro País, quienes hacen el presupuesto nacional deberían ser virtuosos en el ejercicio de la equidad. Y repetimos: han demostrado que no lo son.
Me dieron diversas sugerencias. Un modo, enviándoles los recibos de agua y luz para que, al menos por un mes concreto, nos lo paguen diputados y senadores. Y así practicarían la equidad. Otro modo: localizando sus quintas en San Bernardino y otros lugares de veraneo y pidiéndosela por una semana para una familia con hijos, que nunca gozaron de algo semejante.
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