Lo dijo hace poco el relator de las Naciones Unidas para el acceso a la información y a la libertad de expresión., Frank Le Rue en Bariloche durante el IIIº Congreso Mundial de Agencias de Información. Y se estaba refiriendo, nada menos que a las radios comunitarias.
Y se expresó atacando a lo que llamó “Mito de las tres P”, que se esfuerza en defender a ultranza que las radios comunitarias debieran de ser muy pocas, muy pequeñas y de muy bajo alcance.
“Por tener que ser no lucrativa esto no implica que esa radio comunitaria no maneje fondos, Puede cobrar sus servicios, lo que no tiene son ganancias ni las reparte. Tienen que tener ingresos porque si no cómo modernizan el equipo o como adquieren productos que son necesarios para la difusión”.
Y se expresó atacando a lo que llamó “Mito de las tres P”, que se esfuerza en defender a ultranza que las radios comunitarias debieran de ser muy pocas, muy pequeñas y de muy bajo alcance.
“Por tener que ser no lucrativa esto no implica que esa radio comunitaria no maneje fondos, Puede cobrar sus servicios, lo que no tiene son ganancias ni las reparte. Tienen que tener ingresos porque si no cómo modernizan el equipo o como adquieren productos que son necesarios para la difusión”.
En cuanto a la potencia fue tajante. “Supongamos que una radio comunitaria va a cubrir un sector lingüístico de un idioma indígena, pues entonces que llegue hasta donde la geografía y la topografía del lugar lo permita, y que no le pongan límite a su potencia”.
El sistema neoliberal de las 10.000 personas, que en el Paraguay debieran de pagar el IRP y no lo hacen, quiere hasta arrebatar al Pueblo empobrecido, más de cinco millones de ciudadanos, la posibilidad de tener sus radios comunitarias sostenibles, audibles por su potencia y en el número necesario. Y, no hay derecho a esta injusticia con la mayoría.
El sistema neoliberal de las 10.000 personas, que en el Paraguay debieran de pagar el IRP y no lo hacen, quiere hasta arrebatar al Pueblo empobrecido, más de cinco millones de ciudadanos, la posibilidad de tener sus radios comunitarias sostenibles, audibles por su potencia y en el número necesario. Y, no hay derecho a esta injusticia con la mayoría.
Entradas
En otros tiempos fueron las materias primas; ahora la cúpula del deseo de poder está en el manejo de las comunicaciones. Tal vez por eso una emisora de radio sea pedir peras al olmo.
ResponderEliminar¡Suerte!