No existe ninguna razón para decirle a los que tienen hambre que sigan esperando. Es como obligarlos a no tener presente ni futuro.
Y, si se les obliga a esperar, los hambrientos se verán obligados a luchar para subsistir. Y, entonces, no habrá seguridad. O, cansados, buscarán la evasión en la droga y para conseguirla irán a robar y, entonces, no habrá seguridad.
Y si a esa hambre se la intenta ocultar, engañándolos con falsas promesa de políticos, entonces ya no tendrán esperanza. Y puede llegar un día en que tengan necesidad de hacer muros dentro de las ciudades, como entre EE.UU y México; Israel y Palestina para defender a la minoría de una mayoría indignada que no tiene con qué subsistir. Y, entonces, la inseguridad se transformará en guerra interna.
Y, si se les obliga a esperar, los hambrientos se verán obligados a luchar para subsistir. Y, entonces, no habrá seguridad. O, cansados, buscarán la evasión en la droga y para conseguirla irán a robar y, entonces, no habrá seguridad.
Y si a esa hambre se la intenta ocultar, engañándolos con falsas promesa de políticos, entonces ya no tendrán esperanza. Y puede llegar un día en que tengan necesidad de hacer muros dentro de las ciudades, como entre EE.UU y México; Israel y Palestina para defender a la minoría de una mayoría indignada que no tiene con qué subsistir. Y, entonces, la inseguridad se transformará en guerra interna.
Pero, tampoco, no se trata de distribuir los bienes de cualquier modo. No se trata de dar como limosna lo que nos sobre. La solución está en dar respuestas a las necesidades esenciales: salud, comida, educación, trabajo, vivienda. Y, para eso, los que más tienen tendrán por equidad que desprenderse de mucho.
Tengo la esperanza humana y cristiana en que seremos lo suficientemente sensatos para resolver este inmenso desafío, aunque hasta el presente no vea entre nosotros muchas señales de ello.
Tengo la esperanza humana y cristiana en que seremos lo suficientemente sensatos para resolver este inmenso desafío, aunque hasta el presente no vea entre nosotros muchas señales de ello.
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