Es lo que estoy experimentando en España. Crisis inferior a la de Grecia, Portugal o Irlanda. Crisis superior a la de Alemania, Pero crisis que hace sufrir y que en estas elecciones municipales ha dado mucho de qué hablar.
Para muchos el Gobierno del PSOE tiene la culpa. Ciertamente, la EU desde Bruselas le exigió medidas restrictivas. Posiblemente el PSOE no supo comunicarlas al Pueblo. A esto se ha unido aquello de que el “poder corrompe” y ya llevaba más de 20 años en el. Curiosamente se le echa en cara a los políticos aquellas corrupciones particulares que dañan a cada ciudadano y no las grandes corrupciones de robos, muchos ya en la Justicia, que tocan al erario público.
Bastantes reconocen que en años anteriores se vivió “alegremente” sin prever el descalabro que podía venir después.
Para muchos el Gobierno del PSOE tiene la culpa. Ciertamente, la EU desde Bruselas le exigió medidas restrictivas. Posiblemente el PSOE no supo comunicarlas al Pueblo. A esto se ha unido aquello de que el “poder corrompe” y ya llevaba más de 20 años en el. Curiosamente se le echa en cara a los políticos aquellas corrupciones particulares que dañan a cada ciudadano y no las grandes corrupciones de robos, muchos ya en la Justicia, que tocan al erario público.
Bastantes reconocen que en años anteriores se vivió “alegremente” sin prever el descalabro que podía venir después.
Pero, pocos caen en la cuenta de los verdaderos culpables: los bancos y financieras que arropados por el sistema económico, incitaron a un dinero fácil para la compra de inmuebles, olvidando todas las garantías de pago.
Ahora se vive el absurdo de que miles y miles de ciudadanos, que perdieron sus trabajos y no pueden pagar las hipotecas, perdieron sus inmuebles que pasaron al banco, pero que tienen que seguir por ley pagándole la hipoteca.
En España existe una gran crisis y una bronca grande, pero pocos entienden la culpa del sistema. Puede ser que haya poca conciencia despierta, según Pablo Freire.
Ahora se vive el absurdo de que miles y miles de ciudadanos, que perdieron sus trabajos y no pueden pagar las hipotecas, perdieron sus inmuebles que pasaron al banco, pero que tienen que seguir por ley pagándole la hipoteca.
En España existe una gran crisis y una bronca grande, pero pocos entienden la culpa del sistema. Puede ser que haya poca conciencia despierta, según Pablo Freire.
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