COMPRA Y VENTA DE VOTOS

El artículo 208 del Código de Justicia Electoral prohíbe todo soborno que  impida el votar o determinar mediante dádivas el voto para un determinado partido. El castigo es cinco años de cinco años de cárcel y multa.

Esta es la letra de la ley. En realidad,  que me digan si alguna vez  se ha puesto en práctica, cuando todos sabemos que  desde hace muchos años  la compra y venta de votos ha sido empleada hasta convertirse en algo casi cultural.

Más todavía, en las elecciones ese plus, que es el que da la victoria, se debe  al mayor número de votos  comprados. Y  la realidad nos enseña que a siete meses de abril del 2013 vemos y escuchamos cómo se acumula plata en casi todos los partidos políticos y cuanto mayores con mayor seguridad. Este es una especie de cáncer  en nuestra democracia. Y tiene que ser curado.

Por dos horas y con 23 personas he hablado por radio  sobre este tema. Sobre los métodos sofisticados que se usan. Sobre  su  impunidad. Sobre la necesidad de la formación de voluntarios para  vigilar las elecciones próxima en las mesas como veedores y por los alrededores, que es  donde se hacen los negocios. Necesitamos más de 120.000 personas preparadas para ello.

Alguien me hizo , el otro día, una propuesta. Descabellada, pero solucionadora de este cáncer.

¿Qué pasaría si, cuando tengamos todos los candidatos ya fijos para Presidente y para las listas sábanas  bloqueadas de diputados y senadores, un grupo de personas notables fuera  a hablar con cada una de ellas y le propusiera firmar  un documento de este tenor. “por bien del Paraguay y de a cuerdo a lo que ordena nuestra ley electoral, como persona prohíbo a mis  seguidores y operadores la compra de votos para mí o para cualquiera candidato de mi partido o de otro”. ¿Qué ocurriría?. Otro día seguimos.