¿SOMOS UNA SOCIEDAD DISCRIMINATIVA?

   

Algunos se van a enojar, pero les ruego que piensen un poco y examinen la realidad antes de hacerlo.

Discriminar es toda distinción, exclusión,  restricción,  preferencia que se establezca por motivo de raza,  linaje, origen nacional,  origen étnico,  idioma, religión,  opiniones políticas o de cualquier otra índole,  incluida la afiliación o partido político, origen social,  posición económica, edad, sexo,  orientación sexual,  identidad de género, estado civil, nacimiento,  filiación estado de salud  actual o futuro, discapacidad, aspecto físico o cualquier otra condición social.

Por favor, lea otra vez esta lista y quedará confirmado, con casos concretos,  la cantidad de veces que discriminamos a los otros.

El que acabó la universidad se burla de lo que dice uno que apenas en su empobrecimiento pudo acabar el sexto grado. En los colectivos chatarras sube una mujer con niño a cuestas y la mayoría de los pasajeros simula un sueño profundo, esperando que otro se levante. A los niños discapacitados se les esconde en casa por miedo de las burlas de los mayores y menores.

Los que son de una religión cuentan casos malos de los de otra para así aparecer los “puros” y ganar adeptos. La mayoría delos edificios públicos carecen de rampas para que entren los que se mueven sillas de ruedas. A los sordos se les grita entre risas y  no enojamos cuando un ciego tropieza con nosotros.

Discriminamos demasiado y por eso no somos una sociedad inclusiva, que acepta a todos. Me hicieron esta pregunta. “¿Cuándo los paraguayos formamos dos grupos?”. Y la respuesta me hizo sufrir “Cuando hay dos personas”.

Y la verdad es que mientras no nos unamos todos en una sociedad inclusiva será mentira entre nosotros  aquello de que “El Pueblo unido jamás será vencido”.

Y , porque nos discriminamos y separamos, otros nos dominan y perdemos nuestra tierra, nuestra agua, nuestra energía y, sobre todo, a nuestra juventud.