miércoles, 5 de septiembre de 2012

TODO TIENE SU PARTE FOLKLÓRICA

En el caso de los Ache y los campesinos que ocupaban sus tierras eran las enormes flechas. Disparándolas y atravesando un tronco o en manos de la autoridad como signo de paz. Símbolo de una decisión de luchar, pero también una manera de ocultar superficialmente por lo MCS ante la opinión pública todo lo que había detrás de este problema.


Doy algunos detalles, no de todos conocidos.

Las hectáreas en litigio son más de 4.000. Allí vivían dos  grupos grandes  de Ava Guaraní. Mientras que los Ache, sacados de las reservas que ocupaban andaban deambulando de un lugar para otro.

Los Ava Guaraní viendo esta situación le decidieron ceder a los Ache un trozo grande de sus tierras para que se establecieran. Grupos campesinos  de los alrededores  deseaban también los lugares   boscosos de estas tierras de donde pudiera sacar rollizos.  Y lograron  entrar en ellas. Para complicar todo más, se hace la titulación de las tierras y se ponen a nombre de los Ache, olvidándose de los que los acogieron en ellas, los Ava Guaraní.


Pongan intereses  foráneos de otras personas,  y tendremos a los pobres campesinos enfrentados con los pobres Ache y a estos y a los campesinos enfrentados con los pobres Ava Guaraní. Todos pobres y todos estos pobres enfrentados todos contra otros pobres.

Alrededor de 80.000  personas d e nuestros pueblos originarios viven en el Paraguay. Y no somos capaces de ayudarles para que todos pudieran vivir de acuerdo a sus costumbres.

Tampoco se estudia a fondo qué pasa con su juventud. ¿Eligen ser pueblos originarios o prefieren perderse entre los paraguayos porque allí encuentran más porvenir?.

Hay grupos que poco a poco van achicándose y un día acabarán por desaparecer por descuido de quienes debieran desde el Gobierno acompañarlos para que esto no sucediera.

Los pueblos originarios son nuestras raíces y debieran de recibir una especial  atención.

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