En el caso de los Ache
y los campesinos que ocupaban sus tierras eran las enormes flechas.
Disparándolas y atravesando un tronco o en manos de la autoridad como signo de
paz. Símbolo de una decisión de luchar, pero también una manera de ocultar
superficialmente por lo MCS ante la opinión pública todo lo que había detrás de
este problema.
Doy algunos detalles,
no de todos conocidos.
Las hectáreas en
litigio son más de 4.000. Allí vivían dos
grupos grandes de Ava Guaraní.
Mientras que los Ache, sacados de las reservas que ocupaban andaban deambulando
de un lugar para otro.
Los Ava Guaraní viendo
esta situación le decidieron ceder a los Ache un trozo grande de sus tierras
para que se establecieran. Grupos campesinos
de los alrededores deseaban también
los lugares boscosos de estas tierras
de donde pudiera sacar rollizos. Y
lograron entrar en ellas. Para complicar
todo más, se hace la titulación de las tierras y se ponen a nombre de los Ache,
olvidándose de los que los acogieron en ellas, los Ava Guaraní.
Pongan intereses foráneos de otras personas, y tendremos a los pobres campesinos
enfrentados con los pobres Ache y a estos y a los campesinos enfrentados con
los pobres Ava Guaraní. Todos pobres y todos estos pobres enfrentados todos
contra otros pobres.
Alrededor de
80.000 personas d e nuestros pueblos
originarios viven en el Paraguay. Y no somos capaces de ayudarles para que
todos pudieran vivir de acuerdo a sus costumbres.
Tampoco se estudia a
fondo qué pasa con su juventud. ¿Eligen ser pueblos originarios o prefieren
perderse entre los paraguayos porque allí encuentran más porvenir?.
Hay grupos que poco a poco
van achicándose y un día acabarán por desaparecer por descuido de quienes
debieran desde el Gobierno acompañarlos para que esto no sucediera.
Los pueblos originarios
son nuestras raíces y debieran de recibir una especial atención.
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