lunes, 3 de septiembre de 2012

PARA LOS QUE LUCHAMOS POR EL REINO DE DIOS

Escribo  para   los cristianos que tienen como objetivo de sus vidas, a ejemplo de Jesús de Nazaret, el instaurar el Reino de Dios en el mundo que les rodea  en el siglo  XXI.

Reino de Dios concebido como un dejarse envolver  en ese deseo principal de Dios de que todos seamos felices en la vida terrena, comenzando por aquellos que carecen de todo, aun en las necesidades  humanas más perentorias.
 Repito: este fue el objetivo principal de la vida en Jesús y sus seguidores lo hemos de realizar ahora.

Todo esto conlleva una pregunta.  Ya que se trata de conseguir un mundo nuevo, espiritual y material, con una diversidad inconmensurable de aspectos,  ¿para realizarlo hemos de confiar más  en la ayuda de Dios que en nuestro esfuerzo o viciversa?.

 Cuestión sumamente interesante porque este trabajo comprometido del Reino de Dios no solamente no es nada fácil porque contra  el luchan  fuerzas muy poderosas, que actúan así defendiendo intereses egoístas muy fuertes
¿El Reino de Dios depende nuestro trabajo de marketing   o de la bendición de Dios?. Por una parte es la obra preferida de Dios y por otra es nuestra vida y la vida de todos los seres humanos. ¿Quién es el responsable de ello?.

Voy a dar una fórmula de solución que hace ya muchos años me la dieron, la reflexioné y debatí mucho  y que, al final decidí ponerla en práctica.

Lucha por el Reino como si Dios no existiera y no te pudiera  ayudar. Por lo tanto haz tu trabajo radicalmente lo  más perfecto posible con toda tu alma y ofrécelo a Dios.  Pero,  cuando lo hagas, reconócete limitado , a pesar de tus todos buenos deseos.  Y dile que fue posible por la vida que te dio y su fuerza divina que te acompañó. Así harás maravillas, pero te conservarás siempre humilde.

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