miércoles, 15 de octubre de 2014

NO SE JUEGA CON LA VIDA DE RUBÉN


Rubén es uno de  los campesinos victimas de Marina Kue. En cierto modo parece que fue elegido, ¿por quién?, para ser como chivo expiatorio que justifique el argumento falso en el que se apoyó   el ilegal golpe parlamentario.
Rubén es  hombre de difíciles luchas.
La primera con compañeros y compañeras en  la primera huelga de hambre de más  de 50 días. Se ganó y las mujeres marcharon a sus casas con prisión domiciliaria.
Luego, la segunda huelga de hambre de más de 50 días con sus cinco compañeros para lograr para todos la prisión domiciliaria. Se ganó, pero al llegar Rubén Villalba a Curuguaty, lo enviaron de  nuevo a Tacumbú en total desamparo, a pesar delicado  estado de salud. Recuerdo que esa noche, hacia  las 22 horas,  estuve en compañía  del senador Wagner en Tacumbú para que pudiera tomar  su primer alimento después de 50 días.
Lo volvieron a Tacumbú por  el caso  PINDO, que ya ha caducado.
Después se ha pedido el habeas corpus. Dos miembros de la Corte Suprema de Justicia se negaron y ya lleva 20 días en una especie de limbo legal en prisión en Tacumbú sin ninguna  causa jurídica que lo justifique.
Ante tanta injusticia,  comenzó por tercera vez una huelga de hambre. Después de 12 días sin comer  se descompensó, comenzó a no tener movimiento  en toda la parte izquierda del cuerpo. Corrió peligro su vida. Actualmente ha cesado la huelga y está en  manos de médicos.
Repetimos, si no le dan la prisión domiciliaria que tiene decretada, la Corte Suprema de Justicia comete un  grave desacato a la Constitución y a la ley vigente y por ello, además de las causas que ya existen contra ella, debe ser acusada en un juicio político.
Rubén Villalba es un ser humano y en un estado social de derecho, no se juega con él.

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