Como todas las inundaciones, esta ha
traído mucho dolor a las víctimas de ella. Pero, nunca como ahora, ha existido una insistencia tan fuerte de un
intendente de Asunción de querer desalojar a los
bañadenses.
Por una parte se les da razones
de humanidad. Pero, por
otro, se les dice abiertamente y se les echa en rostro que no tienen
ningún papel para tener derecho a permanecer en donde viven. Apertura generosa
y al mismo tiempo negación
de derechos a quedarse
por arraigo donde han vivido dos o cuatro
generaciones de la familia.
Y, para complicar más la situación,
promueve la tendencia de repartir una hoja en la que con
juramento tiene que poner datos para hacer un registro que le facilitaría
quedarse en el Bañado.
¿Por qué este empecinamiento en que salgan con promesas de casas en otra parte, negándoles que tienen derecho a estar y al mismo tiempo hacer el registro
para quedarse?
Una confusión que hace daño a todos. Al
Intendente, porque le quita votos para el rekutu. Al Pueblo bañadense, porque
lo confunde y divide.
Expreso una interpretación que hay que estudiar.
Hacer la Franja Costera como una
salida de Asunción al río,
con barrios caros, sería el negocio del siglo, si no existiera un pueblo pobre actualmente viviendo allí. Porque, si se incorpora a los bañadenses a estas mejoras, el
negocio sería menor al dedicarle espacio y ayudas.
Por eso decidieron que hay que desalojarlos. Pero, ante la cercanía de las elecciones, se les promete algunas casas en otros lugares.
Una vez más voy a expresar lo que
queremos los bañadenses.
Insistimos en seguir viviendo donde
estamos desde hace años.
Queremos que esta tierra, donde cada uno
tiene su casa en los Bañados, tenga titulación gratuita para todos sin excluir a nadie.
Finalmente, exigimos que se haga una
defensa o costanera adaptada que nos defienda de futuras inundaciones.
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