Deseo compartir
algunas lecturas que hago de la obra del filósofo Xavier Zubiri. Selecciono
esta sobre la realidad.
Vivimos en
una realidad a nuestro alcance, que nos puede hacer bien o destrozarnos.
Esto último es grave
porque me puede arrebatar lo más rico que tengo, que es la humanidad.
Dos casos concretos.
Una riqueza sin
límites en los privilegiados económicos los hace vivir en una burbuja y perder egoístamente humanidad. Se dan cuenta,
pero no les importa ya que otros sean sacrificados para conservar su posición.
Una pobreza extrema
hace lo mismo en sentido contrario. Y
rompe y destroza todos los espacios de la vida: económico, sexual, laboral,
familiar, psicológico, individual.
Pero, leamos ahora a
Zubiri.
“El ser humano está
religado a la realidad mundana, la única que le es accesible. Esta realidad a la que el ser humano se
encuentra religado, se apodera del ser humano y se le impone. No es éste el que se apodera de la realidad
sino esta es la que se apodera de él”.
Mi experiencia humana
más colectiva la tengo en un Bañado.
Y pensando en el, voy
a repetir algo que ya he insinuado: la
pobreza destroza. El ser humano necesita un espacio lo suficientemente amplio
en la vida para poder desarrollar todo el potencial que encierra su persona.
La comida no puede
ser una preocupación no saciada sin
angustia todos los días. La mala vivienda donde
se hacinan todos, rebaja la dignidad. El ser humano quiere crecer y la falta
casi absoluta de un horizonte de trabajo hunde en la
desesperación.
Y la casi certeza de que todo esto va a durar
toda la vida, ya es insoportable.
Y el saber, luego, que todo esto sucede por la
acumulación de los bienes necesarios en manos de pocos y su no distribución por
culpa de las autoridades, ya es demasiado.
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