Pasan los
meses y todavía no sabemos quienes fueron los culpables de la masacre en Marina
Kue (Curuguaty).
Este hecho
con 17 víctimas tiene como tres aspectos.
El social porque defendemos
que eran tierras fiscales, mientras que los herederos de Riquelme sin poder
mostrar pruebas insisten en que eran privadas.
El judicial
porque hubieron muchas muertes, heridos y presos y todavía la justicia calla
indecisa o con miedo de decir su tesis rechazada por una mayoría de ciudadanos
en todo el Paraguay.
Y queda el
aspecto político, que no se suele tocar y que es esencial en una investigación.
¿A quién favoreció esta masacre tan horrenda?
A los
policías, ciertamente, no pues pagaron seis muertos y varios heridos en ella.
A los
campesinos, todavía menos. Once muertos son muchos. Los heridos no los sabemos
pues tuvieron que esconderse para no ser torturados y presos. Al menos de dos
de ellos sabemos que fueron ultimados, cuando ese día los encontraron
escondidos y moribundos.
Ciertamente
sí favoreció la matanza de Marina Kue (Curuguaty) a los sojeros, nacionales y
extranjeros, que temía perder sus tierras malhabidas, aumentadas con las
derecheras y ser invadidos por todo esto. Después de este crimen colectivo
gozaron de meses de tranquilidad. La masacre infundió miedo y esto les vino
bien a sus intereses.
Marina
Kue favoreció también a una parte de la clase política que a la
semana estaba usando la masacre como argumento para dar el golpe que sacaría
del gobierno al presidente legal y legítimamente designado por el PUEBLO.
Inclusive,
favoreció a los actuales Gobernantes. Le pudo dar ocasión para una trama política
que les pusiera en bandeja ganar las elecciones.
También
ayudó a los que nos quisieron sacar del MERCOSUR para meternos en la Alianza
del Pacífico.
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