miércoles, 26 de febrero de 2014

DEFIENDAN LAS CONFECCIONES NACIONALES



En el Bañado Sur y otros lugares existen decenas de mujeres, muchas madres solteras,  que con gran sacrificio compraron máquinas industriales de coser para sacar a su familia adelante.
Todo  este emprendimiento está en crisis. No hay pedidos de ropas para confeccionar. ¿Causas?
El mercado está inundado de  ropas traídas en contenedores desde China, hechas con mano de obra barata en su país e introducidas en el Paraguay con franquicias, que se venden a precios increíblemente bajos.
¿Solución a esta crisis?
Que el gobierno de Cartes defienda a la industria nacional  y ponga límites a la entrada masiva de ropas chinas.
Que el gobierno de Cartes trabaje en abrir mercados en el extranjero para nuestras ropas. Es  lo que hacen todos los gobiernos y el  nuestro parece olvidar.
Que  el Ministerio de Industria y Comercio fomente la especialización de tantas mujeres con máquinas industriales en sus casas, con la esperanza de un futuro mejor.
Que los empresarios privados muestren su acción en este tipo de negocio que bien llevado daría dividendos para todos y sacaría del hambre a muchas familias. Ellos saben hacerlo. Basta que algunos se interesen y quieran.
Ni siquiera se necesita hacer grandes instalaciones. Las máquinas ya existen en las casas. Se necesita mejorar la calidad de algunas de sus poseedoras.
Se necesita tener visión de negocio con calidad de modo que la marca paraguaya  conquistara lugar dentro y fuera del país. Y este es el papel del empresario paraguayo.
 Se necesita  frenar, si no cambian, el sistema de economía sumergida ilegal en talleres de personas extranjeras (coreanos) que pagan poco, exigen mucho y poco o nada cuidan de la calidad sus prendas. Este es otro impedimento, además del chino.
Esta industria de la confección paraguaya, invadida por chinos y mal usada por otros, es también una de las reivindicaciones de las mujeres para  la  Jornada del 26 de marzo.

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