Muchos se enojan conmigo y me echan en cara una actitud crítica hacia la actual Política Pública de este gobierno. Crítica que
se puede resumir en una sola pregunta “¿Hacia dónde nos está llevando el actual
gobierno? ¿Hacia un segundo colonialismo o hacia una segunda independencia?”.
Y esta pregunta como paraguayos, que queremos ser independientes,
y como cristiano, que me comprometo con el Reino de Dios que prioriza a los
pobres, es muy importante.
La primera independencia está como ya gastada y congelada.
De aquel 14-15 de mayo brotaron cosas muy buenas para nuestro Pueblo.
Pero, con el paso de los
años, hubo personajes y
partidos que nos metieron poco a poco, despacio, dependencias favorables a sus
intereses. Gérmenes ocultos de un nuevo colonialismo que ya ahora se hacen
patentes.
De ello, cada vez tenemos más conciencia y viene la pregunta ya
pública de “hacia dónde nos
están llevando”.
Un caso concreto es la APP. Rematar en la subasta al Paraguay y
colonizarlo por años.
Pero, el
“usen y abusen” del presidente no es en general como en la primera colonia,
sino pormenorizadamente del agua, de la energía, de lo que tengamos en el
subsuelo, de los aeropuertos, de las rutas etc.
En una Democracia todo ello debiera de estar sometido a un
estudio colectivo y decidido si tuviera mayoría. Sin embargo, ahora, un ser
humano asume el poder del rey del siglo XVI y lo va a decidir a su criterio.
Hoy es día de fiesta. En unos sin preocupaciones, en nosotros con muchas preocupaciones
porque no encuentran el pan de cada día o porque encontrándolo, no sabemos a
dónde nos están llevando.
Pero es día de fiesta. De llenarnos de esperanza y de
sueños en el nuevo Paraguay.
Una fiesta en la que los creyentes metemos a
Dios. El quiere vernos felices y esta felicidad la vamos a lograr entre todos.
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