Cuando se tenga el juicio sobre la masacre de Marina Kue habrá comenzado el Mundial de Futbol.
Una artimaña para
que el juicio pase desapercibido y sin manifestaciones en contra.
La masacre de Marina
Kue encierra tres afirmaciones que cada día van cobrando más fuerza.
El martes 13, un
grupo de católicos (obispos, laicos y sacerdotes) hablamos con el presidente
del Indert. En una hora de conversación, en la estuvimos presentes casi veinte
personas, el presidente de
Indert afirmó que las tierras de Marina pertenecen al Estado y que son
fiscales. Por lo tanto no hubo invasión a una propiedad privada.
La segunda afirmación es consecuencia
de la primera. Si
no hay delito que condenar por no haberse invadido propiedad privada, tampoco,
lo hay de “asociación
criminal para delinquir” como lo dice la carátula de la causa.
Finalmente están
los 17 asesinatos en Marina Kue y los posteriores de Vidal Vega y de
Hemenegildo Garcete. Estas dos
últimas muertes fueron verdaderas quemas de archivos.
Además la investigación de los 17 asesinatos están llenas de
irregularidades que invalidan la acusación.
Una de ellas
es la carencia de la
autopsias a los campesinos. Solamente se les hicieron a los dos que estaban heridos
y que tienen disparos en la cabeza a quemarropa en la noche del 15.
Otra la desaparición de los casquillos de balas de gran calibre,
entregados por Julio Colman,
como todos vimos por la TV y que ahora están desaparecidos.
Resultado: los 12 campesinos inculpados son inocentes.
¿Será capaz la Justicia de reconocerlo y dejarlos a todos en libertad y de dejar sin
efecto todas las impugnaciones?
¿Será capaz la Justicia de investigar en serio los asesinatos de
Vidal Vega y
de Hermenegildo Garcete, para descubrir si son policías encubiertos o sicarios
de los sojeros los culpables?
Además, no
queremos que Marina Kue sea
cortina de humo para ocultar la APP
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