Y se va sin pena ni
gloria para muchos paraguayos y paraguayas.
Lo cual no quiere decir que en otras
dimensiones no haya habido cosas buenas y muy buenas. La elección del Papa
Francisco sigue trayendo aire fresco a la Iglesia e inclusive al mundo entero. Raúl
Castro desde Cuba ha agradecido el apoyo y la intervención de Francisco en
un acercamiento entre Cuba y los EE.UU. Las luchas campesinas y bañadenses
por una justicia mayor, también hay que tenerlas en cuenta. Y el sentido de
la “conciencia despierta” crece y se extiende en el Paraguay.
Pero, se va un año que para la mayoría
ha sido un triste año.
Me refiero, a la realidad
vivida por los pobres del Paraguay. “No es vivir, sino sobrevivir y sin futuro
el saber de cierto que solamente tengo para comer hoy y el sospechar que si
mañana llueve no habrá nada” (Reciclador).
Ponerse enfermo este año ha sido ir
camino de la muerte. Pocos médicos y ausencia de medicamentos.
¿Dónde están, si dicen que los compraron? ¿Y, si no los compraron
por aquello de que Haciendo siempre dice que no hay plata?
Para los inundados de los Bañados fue un
año heroico. Ni la Municipalidad ni Emergencia admitieron que existiera
emergencia. ¿Por qué? ¿No estaban preparados o no quisieron? Habría que dar un
Premio colectivo a los bañadenses que ayudaron a sus compañeros, aunque luego
también a ellos los tuvieron que ayudar. En cuanto a la Municipalidad y
Emergencia, habría que haber destituido con vergüenza a sus dirigentes
(Samaniego espera ser reelegido).
Paraguay este año se entrampó con bonos por
treinta años.
El Presidente vetó el 15% de impuesto a
los sojeros, pero, quiso imponer IVA a los que venden yuyos. Esto parece un chiste
malo.
Los militares fueron a luchar al NORTE.
Sólo consiguieron la muerte de campesinos inocentes y meter miedo en
los pobladores.
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