QUIERO CON
ESTOS DOS ARTÍCULOS RENDIR UN HOMENAJE A IGNACIO ELLACURÍA Y A LOS CINCO
COMPAÑEROS JESUÍTAS ASESINADOS EN EL SALVADOR, Y A LA COCINERA DE LA
COMUNIDAD Y A SU HIJA, ASESINADAS TAMBIÉN PARA QUE NO HUBIERA
TESTIGOS, HACE 25 AÑOS EN LA MADRUGADA DEL 16 DE NOVIEMBRE.
-------------------------------------------------------------------------------------------
EL
DESCUBRIMIENTO DE LA FE LIBERADORA
El término “liberación” estuvo de moda
durante las dictaduras. Nos teníamos que liberar de aquello faraones de Egipto.
Ahora los dictadores parecen que se fueron (aunque de cerca sentimos
sus ganas de volver) y estamos en el paso siguiente. Después de
“liberarnos” viene realizar el “cambio”.
Ignacio Ellacuría vivió en la
época cuando nació la Teología de la Liberación.
“La Teología de la Liberación que ha
introducido en la Iglesia el tema de la liberación, lo ha descubierto fuera de
ella misma y fuera de la Iglesia, al menos en un primer momento. Y no
tanto de la escucha del clamor de los pueblos y de las clases oprimidas, sino
en los movimientos sociopolíticos de liberación, que habían recogido
efectivamente ese clamor y lo habían articulado en distintas formas de lucha
política”.
“La liberación es por lo pronto una
tarea histórica y dentro de la historia, una tarea socioeconómica. Esa
era la demanda y a eso había que responder. No era pequeña la exigencia
ni fácil la respuesta. En el elemento estructural histórico de los
socioeconómico se debatía en gran parte el destino del mismo hombre y de la
humanidad”.
“No se trata de que la Iglesia sea o no
una fuerza política, que entre en colisión con otras
fuerzas políticas, pues la Iglesia nunca debería de ir en busca del
poder político. Se trata de que la Iglesia fiel a su misión, promueva la
salvación integral del ser humano, salvación que en su integralidad tiene una
dimensión política”.
Todo eso significa un gran paso
adelante. Habíamos entrado en la Modernidad con un discurso reducido
a lo personal. Como si Dios solamente se ocupara de
nosotros en lo individual.
La Navidad, que acabamos de celebrar,
nos ha recordado que la misión Jesús abarca también el cambio de estructuras en
la sociedad. El reino de Dios tiene raíces en la HISTORIA.
LA MISIÓN DE LA
UNIVERSIDAD EN EL PARAGUAY
Ellacuría fue un hombre de universidad.
Diríamos un intelectual orgánico, pensador comprometido con la causa del Pueblo
y nada menos que en una guerra civil.
Él considera que la universidad
participa en los procesos históricos de un país para hacer las
transformaciones que necesita. Todo esto sin convertirse en la
seccional de un partido político. “En política la universidad debe de actuar
políticamente”.
Leamos sus mismas palabras: “La forma
específica en que la universidad debe de ponerse al servicio de todos es dirigiendo
su atención, sus esfuerzos y su funcionamiento universitario al estudio de
aquellas estructuras, que por ser estructuras, condicionan para bien o para mal
la vida de todos los ciudadanos”.
“Debe de analizarlas críticamente, debe
de contribuir universitariamente a la denuncia y destrucción de las
injusticias, debe de crear modelos nuevos para que
la sociedad y el Estado puedan ponerlos en marcha. Insustituible la labor de
una universidad en su servicio al país.”.
“De esta orientación se aprovecharán
además estudiantes y profesores, al vivir en una universidad que, al ser lo que
debe de ser, ofrece una tarea crítica y creadora, sin las que no hay
formación universitaria”.
¿Con todo lo que nos ha escrito sobre la
universidad qué pensaría Ellacuría sobre las universidades “garaje” creadas por
parlamentarios o comerciantes para vender títulos a partir de una asistencia
los sábados por la tarde?
¿Cómo catalogaría la intromisión en los
centros de estudiantes de la UNA de políticos que van a ganarlos como trofeo de
caza para su partido?
¿Qué diría de nuestras
universidades caras que están al margen total de la realidad del Paraguay?
No hay comentarios:
Publicar un comentario