Es fácil achacar ideologías a personas o grupos, como quien reparte a mansalva gorras de visera. “Esta persona es de derechas”- “Aquel grupo es de izquierdas”.
Curiosamente, dependiendo de lo que seamos, lo otro se lo aplicamos a los que consideramos contrarios. “Yo estanciero y de derecha llamo de izquierda a todos los campesinos porque son invasores en potencia de mis tierras”. “Yo que me leí y conozco el Capital, automáticamente considero de derecha a todo empresario sin analizar su conducta”. Así nos estereotipamos, levantamos murallas, dividiéndonos todos más y más.
A las personas y grupos hay que verlos de otra manera. Partiendo desde su realidad y no desde las etiquetas que ligeramente les colocamos, con lo que anulamos nuestra capacidad de pensar. De este modo nunca resolvemos los problemas.
Un caso concreto es el de las invasiones de tierras.
Curiosamente, dependiendo de lo que seamos, lo otro se lo aplicamos a los que consideramos contrarios. “Yo estanciero y de derecha llamo de izquierda a todos los campesinos porque son invasores en potencia de mis tierras”. “Yo que me leí y conozco el Capital, automáticamente considero de derecha a todo empresario sin analizar su conducta”. Así nos estereotipamos, levantamos murallas, dividiéndonos todos más y más.
A las personas y grupos hay que verlos de otra manera. Partiendo desde su realidad y no desde las etiquetas que ligeramente les colocamos, con lo que anulamos nuestra capacidad de pensar. De este modo nunca resolvemos los problemas.
Un caso concreto es el de las invasiones de tierras.
Por supuesto que puede haber quien las fomente para ganar puntos en política.
¿Pero, no tendremos, también que considerar la existencia en nuestro campesinado de mucha hambre y de falta de horizontes esenciales para vivir feliz?. ¿No será, también verdad que el modelo agro exportador presiona desde los MCS deformando ideológicamente a estos legítimos deseos, para conservar su fuerza en el Paraguay?.
Amigo lector: el hambre no tiene ideología, simplemente tiene hambre. Por eso, la Reforma Agraria es urgente y necesaria.
¿Pero, no tendremos, también que considerar la existencia en nuestro campesinado de mucha hambre y de falta de horizontes esenciales para vivir feliz?. ¿No será, también verdad que el modelo agro exportador presiona desde los MCS deformando ideológicamente a estos legítimos deseos, para conservar su fuerza en el Paraguay?.
Amigo lector: el hambre no tiene ideología, simplemente tiene hambre. Por eso, la Reforma Agraria es urgente y necesaria.
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