El cristiano no debe de tener miedo en reflexionar, con libertad responsable, aspectos de la práctica de su FE en el Dios.
Presento unas reflexiones del teólogo José María Castillo sobre el sacerdocio.
“Hoy tenemos la idea de que la vocación sacerdotal es “una llamada de Dios”, pero hasta el siglo XI no se concebía básicamente como llamada de Dios, sino como “llamada de la comunidad” cristiana. Era la comunidad cristiana la que discernía quien era o no el sujeto adecuado para ejercer en ella el ministerio pastoral.
Entonces, ser cura, no era una dignidad, un honor, sino una carga pesada. Era una Iglesia menos centralizada, que miraba más al Pueblo que a Roma o a la Curia Diocesana. Una Iglesia unida, cercana y hasta fundida con el Pueblo, con las gentes, con las necesidades y esperanzas de los fieles cristianos”.
Y es evidente que esto se podría hacer hoy. Adaptándolo a la era que está naciendo, inclusive, se tendría ya que hacer hoy.
Y volvemos a la realidad de miles y miles de parroquias sin sacerdotes o que lo tienen solamente durante la hora de misa los sábados y domingos, porque en seguida tiene que salir corriendo para hacer lo mismo en otras dos o tres o cuatro parroquias que tiene a su cargo. Peor todavía, parroquias a las que solamente una vez al mes o en las Fiestas Patronales puede ver a un sacerdote.
miércoles, 13 de julio de 2011
LLAMADO POR LA COMUNIDAD
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