Tengo la sensación de
que el Chaco paraguayo está necesitando nuestra ayuda mucho más delo que
estamos haciendo. Y el fundamento me viene de la experiencia d e las
inundaciones en los Bañados, agravado por las enormes distancias d e la región
occidental.
El río Pilcomayo se ha
salido totalmente de cauce por las constantes lluvias y ha anegado a las
tierras de los departamentos de Villa
Hayes y buena parte de Boquerón.
Y con las aguas el
aislamiento de grupos de habitantes,
paraguayos y originarios, que ven sus casas con un metro de agua y totalmente
aislados. Sus enseres destrozados por el
agua de semanas y sin alimentación,
siempre escasa antes para estos
pobladores, cuya mayoría pertenecen al 45% de los empobrecidos del Paraguay. Y todo lleno de alimañas, víboras, que
huyendo del agua van a refugiarse a los pocos altos donde se defiende la
población.
Zonas donde
solamente en helicóptero se puede rescatar a las gentes. Y para ello,
por teléfono un chaqueño me decía jocosamente “Tenemos solamente dos
helicópteros. Uno grande y otro chiquito, chiquito”.
Sé que Emergencia Nacional está ayudando, también la
Cruz Roja y Pastoral Social. Sin embargo todo esto es poco. Es necesario que la
zona oriental se movilice en la recogida de
alimentos, ropas y atención médica. Es necesario, por humanidad, que
demostremos que todos los habitantes de esta bendita tierra somos hermanos. No
puede una minoría de ella estar contemplando partidos de futbol o asistiendo
a exquisitos conciertos, mientras una
mayoría está bajo el agua.
Con otros muchos paraguayos nos
ofrecemos a montar sitios de recogida de ayudas ya, antes de que sea demasiado
tarde. Y piensen que lo peor vendrá después, cuando vuelvan a sus lugares de
vida y encuentren todo embarrado, con alimañas,
y con sus pocos cultivos y animales destrozados. Urge montar un gran
teletón nacional para reunir la ayuda necesaria.
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