El rechazo de una buena parte de la
ciudadanía a la inamovilidad en sus cargos de los siete miembros de la Corte Suprema de
Justicia sigue adelante.
Hubieron dos sesiones en la Bicameral. La
primera con un debate y en la segunda con
un juicio político ciudadano. Luego, el 17 un ayuno de 24 horas ante la Cámara de Diputados para que pusieran en la orden de
día el juicio político.
El siguiente paso ha sido la
conferencian de prensa el miércoles 23 en la sala de prensa del Senado por la Coordinadora de Abogados
del Paraguay y el lanzamiento de la campaña de la escarapela verde como señal
de rechazo a los Magistrados que quieren ser inamovibles. Y así seguiremos
caminando hasta lograr que cesen los
siete encausados.
Ellos son un símbolo de una Justicia que
no marcha en nuestro país.
Tenemos
una justicia morosa que eterniza los juicios. Hay sentencias que se
compran como una mercancía. Además es discriminatoria con los pobres. Tacumbú
está lleno de ellos. Es notorio cómo no se guardan los plazos de entrega de la policía a la Fiscalía y cómo se abandonan los turnos en las
Fiscalías barriales etc..
La Corte Suprema de Justicia
todo esto lo conoce, pero poco hicieron para cambiarlo. Y, además se declararon inamovibles.
En pocas palabras: por la Justicia parecen no haber
pasado el 1989 con el fin de la dictadura (inamovilidad es sinónimo de
dictadura) ni el 2.008 cuando derrocamos a un partido que se consideraba,
también inamovible y nos abrimos al Cambio.
Un periodista me preguntó por qué me
adhería a esta causa. Le respondí con tres palabras “Es mi causa”. Porque sin
Justicia nos convertimos en una cueva de ladrones. Esto lo dijo San Agustín en
el siglo IV.
En alguna parte de Paraguay hay una
cinta verde esperanza que quiere
Justicia. Le invitamos a que se nos una.
También es su causa.
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