Estoy admirado de los muchos
presidenciales que van apareciendo. Pareciera que todos prefieren ser cabeza de
ratón a cola de león. Unos sueñan demasiado. creen que van a encontrar con su pequeño
grupo tantos votos como para ganar a todos
y ser presidente. Otros, más
realistas, se presentan, sabiendo que no van a ser elegidos, sino para lograr
una influencia de votos que les permita negociar con el
ganador, pidiendo luego una banca en diputados o senadores. Siempre se ha hecho
así y ahora también lo harán.
¿Y la ciudadanía?.
Pues los mira
asombrada, con benevolencia o con
sorna. También con enojo. Todo este juego nos hace perder un año en el que se hubiera podido presentar el inicio de tres o
cuatros planteamientos que obligaran a todos a situarse a favor o en contra.
Reforma Agraria Integral. Impuestos
obligatorios más altos para la exportación d e la soja. Recuperación de las tierras mal habidas. Impuesto mayor para la tierra teniendo en cuenta
no solamente las ganancias para su dueño sino mucho más la cantidad de trabajo
que ofrecen a los desempleados Presentar todo esto nos hubiera servido para
saber donde se sitúa cada presidenciable y, de acuerdo a eso, votarlos o no.
Referente a los que
queremos la continuación en el Cambio existe un dilema bien claro. Nos unimos todos para una sola candidatura presidenciable o
esta vez no se gana como sucedió en el
2.008.
La dificultad mayor es
que este futuro segundo Presidente para
el Cambio todavía no aparece. Hay tiempo, pero repetimos: todavía no aparece. Y
algo peor de lo que hablo en estas líneas.
Los que ya tienen más
posibilidad de serlo, no dan señales de
estar dispuestos a abandonar su candidatura, para asegurar la victoria.
Todavía hay tiempo para
acertar y unirnos. Pero, este proceso
depende mucho d e la presión que haga el
Pueblo.
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