Al acabarse la
dictadura en España se reunieron con el
Rey todos los partidos políticos y consensuaron el llamado “Pacto de la Moncloa”. Es el compromiso tomado por todos para
facilitar el nacimiento del Cambio que
comenzaba. Era obligatorio para todos los partidos. Y España, cumpliéndolo, pasó con esta ayuda de todos de ser un país
pobre a otro moderno y enriquecido.
Un amigo me regaló un
ejemplar completo de este Pacto-compromiso y me dejó triste su lectura.
Porque esto es lo que
deberíamos haber hecho nosotros cuando echamos
al dictador Stroessner. No lo
hicimos y perdimos más de veinte años con gobiernos a la deriva y llenos de corrupción. Olvidaron
que el Poder era para servir al Pueblo y no para enriquecerse. El Bicentenario,
que acabamos de vivir, es una segunda
oportunidad para hacerlo, teniendo sobre todo en cuenta que acaba un período de
gobierno y dentro de un año comenzará otro.
Se trata de firmar un compromiso de los aspectos esenciales de gobierno que sí o sí todos los que accedan al Poder deberían de cumplir so pena de ser revocado su mandato. Así, por un cambio impulsado por todos, llegaríamos concensuadamente al Paraguay que queremos.
¿Qué puede impedirlo?.
Ciertamente muchas
causas. La primera es que dictadura sigue influyendo en nosotros por los hijos
y herederos de ella. El partido que la ayudó, todavía no ha aceptado la
responsabilidad del mal que nos hizo
y todavía tiene como presidente
honorario al dictador. Pareciera que lo añora y que se compromete más con él
que con el Bien Común del actual Pueblo del Paraguay.
También que en el
imaginario de nuestros conciudadanos todavía influye el miedo y la corrupción
con que el dictador logró anularnos durante 35 años.
Ojalá no
desaprovechemos ahora en el 2012 esta segunda oportunidad. Pero, esto sólo será
posible con la presión de una mayoría del Pueblo.
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