Que la Justicia no
funciona en el Paraguay por su morosidad, su compraventa de sentencias, sus
privilegios de grupo o partido, ,
etc.. es un convencimiento de nuestro Pueblo. La
Justicia no funciona, salvo honrosas excepciones en sus bases del
funcionariado, en su ministerio público, en sus jueces y magistrados. Y ciertamente,
y repetimos con pocas excepciones, en su cabeza de la Corte Suprema.
Últimamente , como un
regalo casi, aunque las causas de el tal
vez no sean tan honestas, el senado decretó la cesantía de siete de los
miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Y aun los que disentían en el modo que se eligió para la cesantía, se alegraron
porque estaban convencidos de que debían de irse.
Ahora el Consejo del a Magistratura decide que no se
vayan. Ni por votación del Senado ni por juicio político. Son inamovibles.
Y solamente queda un
modo: que por honestidad renuncien. Lo cual significa también que si no lo
hacen están dando una prueba de la carencia de ella. Con lo que estarán probando que el Pueblo tiene razón al rechazarlos.
Y, por supuesto, no
vale la pena que se vayan si los que van a sustituirlos , fueran
elegidos por el cueteo partidario.
Porque se trata que, de una vez y comenzando por la cabeza, la Justicia se lave la cara y el corazón, de modo que
recuperemos la credibilidad, que desde hace años ya hemos perdido en ella.
¿Qué ocurrirá ahora?.
No lo sabemos, pero sí
nos damos cuenta, por las reacciones que vemos, que
la ciudadanía con este episodio de la Corte Suprema se ha convencido,
aun más, que la Justicia está enferma y no funciona entre nosotros y de que la
politiquería y el cueteo tienen, en mucha parte, la culpa de este hechos.
Por eso, la única salida digna es que por honestidad los siete miembros renuncien.
SINCERAMENTE, queremos que SE VAYAN !!! harán un gran favor, a 6millones de ciudadanos paraguayos. Yo y mi familia, somos víctimas de éste sistema perverso...
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