Algunos dicen que es
todo un plan maquiavélico para quitar de en medio a todos aquellos
que estorban en el sistema d e mercado que tenemos. “Ni producen ni casi
consumen, No valen”.
No se si será tanto,
pero que el crack es mortal , no cabe duda. Y ya comenzamos con las muertes. Lo
malo son las muchas que vendrán. Niños de siete años, madres embarazadas,
jóvenes de todas clases, adultos que antes eran adictos o que comienzan a los
40 años. El crack va creciendo como una inundación que todo lo contamina.
A muchos les duele
porque s e ha convertido en la
causa principal de robos y asaltos. Pocos todavía comprenden que el daño
mayor no es ajeno sino propio y que
consiste en una creciente descerebración
del que lo consume.
El crack me da dolor,
me indigna, meda pena, me hace consciente que muy poco hacemos para ahuyentarlo.
¿De dónde y cuando nos
llega? Poque nunca he escuchado ni visto en TV que se haya descubierto un
cambión con una tonelada de crack. ¿Entonces?.
Hay quien dice que es un negocio permitido de una de las instituciones
más corruptas que tenemos.
En cada barrio hay tres
o cuatro narcos medianos, que reciben de ese misterioso “imnominado gran narco la droga”. Estos medianos tienen sus repartidores pequeños.
“Si me quitan el vender el crack, cómo voy a poder alimentar a mis hijos, si ya
no existe trabajo¡”` La que así hablaba era una madre de familia común. Ni
buena ni mala, pero, sí empobrecida al máximo.
¿Solución al crack?.
La hay, pero no nos
ponemos de acuerdo de verdad. Porque, ¿es que interesa a todos terminar con
esta desgracia?. ¿No estará diseñada esta basura para acabar con los pobres?.
El crack es uno de los peligros
más terribles que tenemos. Tenemos que unirnos para resolverlo.
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