viernes, 12 de octubre de 2012

MI COMPROMISO CON LA JUSTICIA



Es una pregunta que muchos se hacen. ¿Por qué luchar tanto, como sacerdote, por la Justicia?. ¿ No es la Fe lo más propio de mi estado sacerdotal?.

Para que se queden tranquilos algunos, se lo voy a explicar a todos.

Después del Concilio Vaticano II y de la adaptación al Concilio de la Compañía de Jesús,  el objetivo del apostolado  de cada jesuita y de todos unidos debe de ser  “el servicio a la Fe y la promoción  de la Justicia”. Y ambas cosas  aparecen juntas como partes esenciales de nuestro trabajo sacerdotal.

Y la promoción de la Justicia   tiene muchos aspectos de responsabilidad.

Por ejemplo la acción contra las estructuras injustas con que tropezamos en la vida, a fin de  transformarlas. Por supuesto, también, la oposición contra personas que promueven la injusticia.

Esto exige  dos cosas,  Un análisis adecuado social y político de las injusticias y el compromiso de transformarlas, aun sabiendo que el precio puede ser grande. Inclusive la misma vida. En el período 1973-2006 fueron asesinados 47 jesuitas.
Esta promoción de la justicia no es solamente para unos jesuitas que estén más cerca de los pobres, que son en la vida los que más padecen injusticias, sino para todos y como una dimensión transversal de todas nuestras tareas, inclusive las que se refieren directamente a la Fe.

Todo esto nos lleva a  examinar continuamente cuales sean nuestras preferencias de trabajo, en el plano personal, comunitario e inclusive institucional.

Pero, nada de esto será posible si nuestra vida no vive profundamente  la Fe y se identifica con las personas y grupos e instituciones que sufren  injusticias. Solamente con Fe caminando a su lado e identificándonos con ellos podremos ser eficaces.

Esto es ser jesuita en los tiempos modernos. O sea la encarnación del espíritu que  inició Ignacio de Loyola,  siguiendo a Jesús de Nazaret, pero acomodado al siglo XXI

            GRACIAS A LOS QUE NOS DIERON UNA NOCHE FELIZ
                                                                              Pa’i Oliva
Con ocasión de la Noche delas Flores con que celebramos en Mil Solidarios los quince años de 39 de sus alumnos, deseo expresar la alegría de  ellos y nuestro agradecimiento.

Comienzo por la alegría de estos muchachos y chicas. Estuve observándolos y sólo el verlos tan felices me convenció una vez más de que acontecimientos como este habría que repetirlos en sus vidas. No es fácil vivir en el Bañado Sur por la situación económica allí vigente. Por eso darles alegría de calidad, de autoestima, limpia de lo que encontramos  en la calle  o MCS es una de las cosas mejores en su educación.
Comenzó la noche con una bendición de Dios, deseándoles que fueran felices toda su vida. Luego la presentación de cada una/o ante todos. Y vino el vals bailado  masivamente. La cena en familia y el pasearse y saludarse jóvenes y familias por la sala  y el baile hasta después dela media noche.

Quiero rendir públicamente cuentas de lo gastado para la celebración de 39 participantes este año. 2.012.  En flores, decoradores, platos y cubiertos, sillas y manteles,   comida, DJ y una pantalla gigante, local y  luz, peluquería,  25 kilos de torta y gaseosas etc.. el total de gastos fue de  3,848.700 guaraníes.  Menos de cien mil grs. por 39 personas para una noche de fiesta. Y recordemos que  cada uno/a delos cumpleañeros iban con diez invitados de su familia. ¿Cuánto  cuesta una celebración así en el centro de Asunción a cada participantes?.

Agradecemos a cuatro donantes de fuera del Bañado que nos ayudaron con 1,230.000 grs.  A la Fundación Santa Librada por el regalo para cada uno. También a Telefuturo y otros medios de comunicación que nos acompañaron.
La noche de las Flores es un símbolo de la alegría joven y de la que tenemos los que  queremos a esta juventud.


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