Va
acabando el año 2012, un año alegre y
doloroso.
Perdimos
a grandes amigos del alma. Tomás Palau, un gran
sociólogo siempre dispuestos compartir su ciencia y su experiencia. Juan
Diaz Bordenave, un gran comunicador y educador y gran amigo al servicio de
todos. Beto Centurión, un gran educador, como todo los grandes hombres y
mujeres, siempre consideraba una honra el servir al Pueblo. Chester Swan, hombre
polifacético y maestros de maestros en su Luque natal. Y cito
solamente algunos. De todos ellos sentimos su ausencia.
Perdimos
un sueño democrático con un golpe de estado amparado desde fuera y al que se
sumaron los políticos corruptos. Ahora estamos peor que antes y están
malamente comprometiendo al Paraguay.
Va
acabando el año y nos urge tomar una decisión. ¿Queremos que el Paraguay sea en el 2.013 un estado en
democracia o un mercado de la plata?.
En términos políticos: ¿queremos en el poder
hombres y mujeres honestos y eficientes que representen de verdad toda la diversidad
cultural, social y económica del
Paraguay y que sean nuestros servidores o los dejamos que usen el poder para ganar plata, la de su
salario inmenso y la de las coimas en dólares?.
Por supuesto que el 2.012 tuvo sus muchas
cosas buenas. La mejor es que nos unimos más intensamente la ciudadanía que quiere el nuevo Paraguay. De
los políticos que parecían pensar lo mismo, mejor es no recordarlos. Alegría de
la lucha por superarnos individual y colectivamente. Somos los descubridores
de una nueva época de la Humanidad. Y dedicar la vida a ello es apasionante.
El
año 2.012 se va. Damos gracias a Dios el haberlo vivido. Nos deja el corazón
dolorido por la falta de amigos que nos dejaron, detenido el sueño hacia el
Cambio y ante un difícil dilema.
Pero, seguimos alegres, caminando fortalecidos con la fuerza de la Esperanza
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