Para
el Día de los Derechos humanos (lunes 10) deseo tratar este tema muy discutido en tiempos de las dictaduras.
La campeona en esta denuncia fue Amnistía Internacional que lo puso en primer
plano.
Desde
entonces una de las cosas que diferencian una Democracia de una Dictadura es la
presencia o ausencia de presos políticos. Ausencia que significa que nadie está
en la cárcel por sus ideas, sino solamente por delitos condenados por la ley.
Por
desgracia esto no se cumple en el Paraguay
Ya no se condena por la ideas sino por
pertenecer a un grupo y cuya afiliación a el, la llamada Justicia baraja a su antojo político. Nueva manera de disimular
a los presos políticos.
Un
caso de este tipo son las siete personas que están en la cárcel de Coronel
Oviedo y Rubén Villalba en Tacumbú sin
tener condena, porque todavía no pueden
probar la acusación , que es cada día más débil. Y sus cuatro compañeros que
estuvieron en huelga de hambre y ahora
los tienen en prisión domiciliaria.
Si
la masacre de Curuguaty fuera provocada para debilitar a los países de la
UNASUR haciendo caer a un presidente y
no se puede probar nada contra Lugo por falta de culpables, caería el principal
argumento para interrumpir la Democracia en el Paraguay el viernes 22 de junio.
Si
esto ocurre el actual ejecutivo debe de salir. Y para evitar esto, se alarga la
permanencia en la cárcel de los
presuntos culpables convirtiéndolos en
presos políticos.
Además no les conviene soltarlos antes de las elecciones porque habría que investigar a los verdaderos culpables. Estos, aspiran al rekutu, para acogerse a unos
futuros fueros.
No
se puede permitir que los nuevos (inocentes) presos políticos existan para ocultar a los culpables de 18 asesinatos y de la interrupción de la
Democracia.
El
lunes 10 de diciembre, Día de los DD.HH, vamos a hacer la denuncia en
medio de una gran manifestación a las 18 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario