Después de ver toda la investigación paralela que obra en manos del
Dr. Laino, conseguida con ayuda nacional e internacional, en la que tiene
parte el dirigente campesino Andrés Vidal, asesinado por sicarios como una
verdadera quema de archivo, me resulta
muy difícil pensar que la impugnación final del Fiscal Jalil Rachid sea la Verdad.
Los
cuatro testimonios de la huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, que
consiguieron, al menos , prisión domiciliaria cuando faltaba poco para el
deterioro irreversible de la tercera
etapa, sabiendo que sus muertes era la caída del Federico Franco, me indica este
peligrosa espera que existen personas en el poder que no están dispuestos en reconocer
la Verdad de Curuguaty.
Además
los seis meses de manifestaciones con miles de ciudadanos y más miles de
expresiones públicas de palabra y escrito defendiendo a los
inculpados en Curuguaty, me hacen ver que el Fiscal cuenta con fuerte apoyo de los
políticos para sostener una tesis de
culpabilidad falsa, a pesar de estas fuertes presiones.
Ha
llegado la hora de que la ciudadanía con sus cincuenta mil manifestantes
desnude de la politiquería a la Justicia
y de que esta de una vez estudie en profundidad, libre y exhaustivamente lo ocurrido en Curuguaty, caiga quien caiga. Aunque sea con ello el fin
del gobierno del golpe.
Queremos
que la investigación de la Justicia incluya el estudio de que “a quién favoreció un hecho como este”. Muchos presumimos que entre los candidatos ya
nombrados para el senado de los dos partidos
pueden estar los verdaderos
autores inspiradores de esta matanza.
Si
cae por falsa la causa de Curuguaty tiene que caer el actual gobierno.
Inclusive tendrían que pensarse d e nuevo la elecciones de abril. Quienes son
capaces de matar a 18 personas, con mayor facilidad pueden fraguar unos
resultados electorales que les regale
de nuevo el poder.
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