El Ministerio de Educación de
China, confirmó que los maestros no podrán asignar deberes domiciliarios a
ningún escolar que esté por debajo de los ocho años de edad, en tanto –afirma-
“debemos dar tiempo libre a los niños para que puedan jugar”.
La decisión oficial alcanza también
a los padres a quienes piden ser más “razonables”. La intensa lucha del
capitalismo desatado en el seno de la sociedad china, ha convertido a los padres
en competidores alienados y privados de felicidad.
El gobierno chino afirma la
necesidad que los niños tengan “más tiempo para experimentar la naturaleza y
participar en actividades sociales”. Expertos coincidieron que hay una presión excesiva
sobre los pequeños.
Los niños chinos ocupan, por otra
parte, los primeros puestos en los exámenes internacionales de conocimientos
académicos.
Sin embargo, la situación la obligación de tener solo un hijo, determina
que los padres tengan expectativas desmedidas sobre el único vástago, que pasa
a perder inmediatamente posibilidades de juego y disfrute de su infancia. Hasta
aquí la edición del material llegado.
Primera conclusión: la enseñanza de
contenidos debe de ser mejorada en nuestro País y, al mismo tiempo, ver cómo en
los tiempos libres nuestros alumnos aprenden a participar de la naturaleza y de
relacionamientos sociales (juegos, grupos, campamentos, marchas etc.…).
Ambos planes (naturaleza y
actividades sociales) tienen entre nosotros un fuerte competidor: una TV comercial sin ninguna relación ni ética ni
entretenida ni educadora hacia la juventud. Frenar esto es una tarea en la que debemos involucrarnos
todos.
Segunda conclusión y grave: el
millón y medio de niños empobrecidos en
el Paraguay están abandonados en todo esto: educación digna y recreación más
digna. Están sumidos en el abandono en manos de la pésima TV que tenemos.
Otra diversión no tienen.
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