La toma de agua, que la ESSAP tiene en el río
Paraguay, está a pocos centenares de metros, aguas abajo, del puerto sojero de la multinacional Cardif.
Repito lo de “aguas abajo” por si
alguno de no cae en la
cuenta. El gasoil derramado en el agua, la soja caída, los
herbicidas contagiantes, la basura de la limpieza de las barcazas, todo ello es arrastrado por el
agua del río y pasa por las boyas que
absorben el agua para ser llevada a la planta de sedimentación. Y hechos como
este están concretamente prohibido por la leg¡slación internacional.
Lo que todo nos preguntamos es cómo
hemos llegado a un hecho semejante, que, en un descuido, puede causar un
envenenamiento general de toda la población asuncena.
¿Cómo la Municipalidad y las
autoridades nacionales permitieron este potencial peligro que amenaza a medio
millón de ciudadanos?.
La respuesta ya la sabemos porque
es “made en Paraguay”.
Este puerto de Cardif
se comenzó con permiso comprado
con coimas millonarias al Intendente/a,
concejales/as, miembros de la SEAM y demás instituciones
que debieran de velar por la salud de los ciudadanos.
Más todavía: el permiso del comienzo y la ampliación del puerto sojero de la multinacional Cardif
no está todavía acabado y en estos días seguía corriendo mucha
plata bajo la mesa en la Municipalidad y
otros entes para que “legal y definitivamente” actúe la multinacional en el
futuro.
Y, mientras tanto, la ciudadanía ¿qué hace?.
Muchos ignoran el peligro a que
estamos sometidos. Otros, lo saben pero se ven impotentes para frenarlo.
Y el superior gobierno, ¿qué hizo?.
Las respuestas son muchas, pero todas llegan a lo mismo: miran a otro
lado, porque las coimas, y grandes,
también les alcanzaron a ellos.
Y Ud. y el que esto escribe, todos,
¿qué vamos a hacer ya y ahora?.
Hay cosas incomprensibles que sólo la corrupción y el dinero pueden darles la explicación oportuna, malicio.
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