viernes, 5 de junio de 2015

¡MI TERRITORIO Y MI CUERPO, NI SE USA, NI SE ABUSA!




El sábado hubo en   Asunción una marcha muy interesante, organizada por niños y adolescentes y hablada y animada por ellos mismos.
Su lema era  “Mi territorio y mi cuerpo  ni se usa  ni  se abusa”.
Era la denuncia y el rechazo no solamente del maltrato infantil sino de algo mucho peor: la  violación sexual de ellos.
Iban pequeñitos en brazos o de manos de sus padres y otro mayores llevando  pasacalles o con alegría con que gritando  las consignas.
Era la respuesta de ellos y de las organizaciones que los apoyan contra el uso y abuso de los menores en el terreno sexual.
Este es como una ola loca de violencia instalada en el  mundo  moderno. En pocos días tuvimos una niña de cinco años violada por su padrastro, otra de diez violada y embarazada y una joven madre embarazada, violada y ahorcada delante su hijo pequeño. ¿Qué   nos está pasando?
He hablado mucho con amigos. La respuesta echa la culpa al sistema y al ambiente  en  el que vivimos.
Un sistema económico en el que ganar plata es lo principal y en el  que este   fin justifica todos los medios.
Y un ambiente, inspirado por este sistema, en el que la TV nos enloquece con modelos de vida que   carecen de valores. Y en todos  ellos aparece una sexualidad vacía de contenido por el  solo placer. Se ha pedido el sentido en ella el compromiso  por las  consecuencias que de allí dimanan.
Una  autoridad nacional con  poco sentido social  invitó entre nosotros a los inversores extranjeros a que vengan al Paraguay y que usen y abusen de su territorio.
Los jóvenes  fueron a la marcha por patriotismo. Pero, sobre todo,  también  rechazando esa actitud   en lo referente al  uso y abuso de su cuerpo por el  maltrato y por una sexualidad violatoria o sin sentido.

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