A medida que se amplía el círculo de lectores de la
carta del Papa Francisco sobre la naturaleza, crece la admiración por
ella.
La edito desde el párrafo 139.
“No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra
social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la
solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza y
simultáneamente para cuidar la naturaleza”.
“Para lograrlo la política no debe someterse a la
economía y ésta no debe someterse a la tecnocracia”.
La salvación de los bancos a toda costa, haciendo
pagar el precio a la población, sin la firme decisión de reformar el
sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas.
La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para
el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos. Pero no
hubo una reacción que llevara a repensar los criterios que rigen al
mundo.
“Es muy noble asumir el deber de cuidar la naturaleza
con pequeñas acciones cotidianas. La educación en la responsabilidad ambiental
puede alentar diversos comportamientos en el cuidado del ambiente…”
“Esta conversión ecológica implica la amorosa
conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los
demás seres del universo una preciosa comunión universal”.
“Para el creyente, el mundo no se contempla desde
fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha
unido a todos los seres”.
“La paz interior de las personas tiene mucho que ver
con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente
vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de
admiración”.
Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio
que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas.
Esto tiene un impacto en el modo como se trata al ambiente.
Existe una sola crisis social ambiental.
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