NI UNA HECTÁREA MENOS

Estuve  en Marina Kue para recordar la Masacre de Curuguaty que costó la  muerte de 11 campesinos y de 6 policías.

Dolor con los familiares  de las víctimas y un sentimiento generalizado de que en el Paraguay no tenemos Justicia.

Politizado el Ministerio Publico, en la persona de un fiscal criticado por todos que lo único que ha hecho es buscar como condenar a los campesinos presos sin honesta e imparcialmente investigar quienes fueron los culpables de la matanza que, seguramente, no son ni los policías ni los campesinos.

 Nada ha dicho de los intereses de la familia Riquelme que usufructúa sembrando  soja unas tierras que son fiscales en donde todo sucedió.

 Nada ha investigado de la posibilidad de que los verdaderos asesinos fueran un cuerpo de élite preparado para dar una causa al golpe parlamentario. Nada ha dicho de la posibilidad de que esos asesinos fueran sicarios pagados por sojeros para  atemorizar a los campesinos y que no hubiera más invasiones.

A 15 km. de Marina Kue visité un asentamiento que lleva 4 años existiendo y que van a desalojarlo. El 80% de las tierras del Paraguay pertenece al 2% la población. Eso se palpa con dolor en el interior del  Paraguay.

¿Cuándo vamos a reaccionar? ¿Cuándo estemos todos fuera del país porque este es una parte del Brasil o un híbrido donde los narcos tengan su patria? Todo esto es un absurdo pero hacia  ello nos están llevando.

Es necesario ya que el “león” paraguayo se despierte. “Ni una hectárea menos en manos de campesinos”.

Hay que hacer la unión urbano-campesina-indígena y luchar por lo que nos va quedando.

Curuguaty  con la masacre en Marina Kue es ya una causa nacional y al mismo tiempo un  símbolo del  mundo campesino.

Hemos de unirnos los que queremos un otro Paraguay, antes de que sea demasiado tarde. Ikatu Kuri, ikatu jevyta.