jueves, 6 de diciembre de 2012

SER CRISTIANO HOY EN EL PARAGUAY


Dedico estas líneas a los peregrinantes a Caacupé. Me alegraría también la leyeran algunos no creyentes para que nos urgieran cumplir lo que  queremos ser y hacer.

Es hora de traducir al momento presente lo que significa el Reino de Dios. Esto se hace iluminando, en comunidad  con la Palabra del Evangelio, lo que estamos viviendo.

Y descubriremos que vivimos   en el Paraguay  el gran pecado mortal  de la desigualdad social entre un 5% de la población y el 95% restante.

Esto no  desaparecerá con meras palabras. No conozco ningún cambio social grande que no haya necesitado del impulso organizado y comprometido de muchas personas.

Es lo que el Paraguay necesita   lo que  consideramos como un Kairós. Ocasión privilegiada de la vida en la que podemos, si nos unimos creyentes y no creyentes, dar un paso decisivo hacia delante.

Para hacer desaparecer  el abismo de la  desigualdad social, hay que impedir que vuelvan los sesenta años de dictadura cruel y de transición  corrupta, con las mismas personas que las hicieron. No elijamos ni corruptos ni golpistas.

Para hacer desaparecer el abismo de la desigualdad social  se necesita  una política pública de impuestos, que haga posible el crecimiento cualitativo en salud,  educación y trabajo del 35% de pobres del  País.

Para hacer desaparecer el abismo de la desigualdad social se necesita un Reforma Agraria Integral que de  un nuevo ordenamiento al 45% de la población, que no vive en las ciudades.

Para hacer desaparecer el abismo de la desigualdad social se necesita hacer un barrido desde cero de la Justicia, borrando de ella todo lo que tiene de prevaricación, partidismo político y grupos internos que la dominan.

Y para que el cristiano esté presente en todo esto necesitamos  un profundo cambio , personal y colectivo, de mente y corazón. Esto se lo pedimos hoy a la Virgen en Caacupe.

3 comentarios:

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  2. Padre, tú y yo sabemos Quién es el único que puede cambiar mente y corazón. Saludos!

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  3. Pa'í querido, te habla Mario, que en Cristo Rey acompañaba con música el coro de las misas que celebras ahí. Pienso que la rebeldía a las injusticias es lo que siempre escuché y aprendí de vos. También me parece que el amor se demuestra en el compromiso, la solidez intelectual y la formación permanente, tal como se nota en tus intervenciones y trabajos en la U. Católica, el marzo paraguayo, y últimamente siempre apoyando las causas populares y la promoción de los más humildes y atribulados. No sé si la palabra desmadre se ajusta a nuestra situación política actual pero creo que los paraguayos más que nunca necesitamos un elemento unificador ante tanta divergencia y nuestra Madre Tupasy Ca'acupe creo que puede crear ese elemento. En el trabajo de cada uno y haciendo votos por la paz y la unidad entre todos más allá de la diversidad de pensamientos e ideologías, le envío un fuerte abrazo y saludos en Cristo Salvador y Señor.

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