“Doy gracias a Dios
que me ayudó a ganar estas internas”. Es
una de las maneras de abusar, del nombre
de Dios.
Puede ser una persona
de cuya vida
de Fe haya dudas, pero que descaradamente dice públicamente que Dios estuvo de
su lado.
Por supuesto que Dios
lo mantuvo con vida y no lo eliminó
antes de tiempo, pero que sale fiador de su causa, no se. Lo tendría que probar
con obras y no solamente afirmarlo. Más bien parece que fue una sugerencia de
sus consejeros en marketing para ganar
votos.
Otros no se atreven a tanto y repitieron sus
manifestaciones religiosas apareciendo en misas o en visitas a Caacupe.
Pareciera que la apariencia de persona devota le daba votos.
A todos les he
escuchado hablar de los pobres. Eso da votos entre los pobres. “Es un buen
candidato porque se acuerda de nosotros”. Pero, no dicen que para que los
pobres vivan mejor y dejen de crecer hay que comenzar la Reforma Agraria,
impedir el éxodo de los campesinos por las duchas de insecticidas que les dan
los sojeros, deben de ceder buena parte
de sus ganancias con impuestos para que todos nos igualemos en oportunidades. Esto no
se explicita. Solamente ponen cara triste y dicen que van a ayudar a los pobres.
¿Cómo?.
Necesitamos futuros gobernantes que antes de serlo, como
persona privada y en su familia dieran ejemplo de su coherencia. A estos sí nos
gustaría escucharles hablar de Dios.
Y no olviden que este
mal uso de Dios siempre lo han hecho y,
preferentemente, los que menos estaban
cerca de El.
Y vuelvo a repetir
cómo “necesitamos a gobernantes que antes de serlo, como persona privada y en su familia, dieran ejemplo
de su coherencia”. Sería una garantía de
que gobernarían con honestidad, esa virtud
que hace años no anida entre ellos en nuestro Paraguay.
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