Supongamos que, a
pesar de toda la oposición del Pueblo,
el contrato con Río Tinto Alcan se firmara. Y que se le da un precio
subsidiado en la electricidad y que, paralelamente a esto, dentro de varios
años el precio de la electricidad subiera y que nosotros quisiéramos esta mejora
y que Rio Tinto Alcan se negara.
Para dirimir esta
disputa tendríamos que acudir a un tribunal con sede en Washintong,
que tiene la característica de favorecer a las corporaciones internacionales en
perjuicio de los Estados. Esto lleva
consigo los secretos preacuerdos que Franco está firmando.
Me ha llegado esta
opinión de un embajador extranjero que representó a su país en el Paraguay:
“Los tribunales de arbitraje tienen que ser en el Paraguay y bajo la Constitución y Leyes
paraguayas, porque además del recurso hidroeléctrico, se trata de tierra
paraguaya donde se va a establecer la planta, por lo tanto dentro de la
soberanía del país”. ¿Está de acuerdo con esto Río Tinto Alcan?.
Además nos van a
obligar, con graves penas, a suministrar ininterrumpidamente electricidad
por 30 o más años. Si esto fallara,
aun por emergencia nacional, ¿quién
asumirá las pérdidas y costos adicionales?.
Por el Tratado de Itaipú,
representantes sin conciencia del Paraguay se vendieron al Brasil y el Tratado
resultó con condiciones que no nos favorecerán por muchos años.
Aquellos falsos representantes del
Paraguay tendrían que haber sufrido un
juicio y condena.
Si se firmara el contrato con Río
Tinto Alcan en las condiciones desventajosas que el Pueblo del Paraguay rechaza , Federico
Franco con sus acompañantes del Ministerio de Industria y Comercio tendrían que
sufrir un juicio y condena. El mal lo hicieron estando avisados y en contra de
la voluntad del Pueblo.
No queremos estar dominados por
tratados irreversibles de los que no podamos salir. Con el de Itaipú ya tenemos
bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario