Desde la FE en los evangelios, salta una convicción
asombrosa: “Dios es el defensor de los que nadie defiende” y esto sin fijarse
si el defendido por tal Señor es bueno o malo. Es simplemente un olvidado en la
historia, que carece de lo esencial. Por eso se pone de su lado.
Es como decir que Dios
tiene sus preferidos y estos son aquellos que nadie quiere. Irrespetuosamente
algunos los califican como “la escoria” de la Humanidad. Para los poderosos son
simplemente “los que sobran” , porque en el sistema del mercado ni producen ni consumen.
Los piadosos los llaman “pobres”. Pocos
los llaman y consideran “los defendidos Dios”.
Todas estas
afirmaciones ponen “patas arriba” a los creyentes sean de la Iglesia que sean.
Y descubren los mil engaños que usamos para disimular el que no cumplimos la primera
bienaventuranza de Jesús.
Y después de 21 siglos ya es hora de que los que decimos
seguirle nos esforcemos por cumplir todo esto. Convencernos de que la Gloria de
Dios no está en que hagamos grandes templos o grandes concentraciones de
fieles, ni que seamos “buenos”, sino en luchar de que todo ser humano viva con
dignidad.
El régimen del
Presidente Lugo se comprometió en “servir a los que nada o poco tienen”. Y le pasó lo que siempre
sucede en estos casos “El que se mete a salvador acaba en la cruz como Jesús”
Lo que olvidaron los golpistas es que “a Jesús, Dios lo resucitó”.
Señores diputados , senadores, Federico Franco y
partidarios: “Con los preferidos de Dios,
el Pueblo empobrecido, no se juega”.
Leía el otro día que
los partidos políticos cada día están
cavando sus propias tumbas. Se encerraron en sí mismos. Sólo quieren el poder porque da plata. Se están quedando solos.
Dedico estas líneas a los jóvenes de
hoy. En sus manos está la solución.
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