Orando sobre la vida de
Jesús reflexionaba sobre su actuación
sobre los llamados “endemoniados”. Y me
llamó sobre todo la atención una frase de J.A.Pagola “¿Había alguna relación entre la opresión que
ejercía en Palestina el imperio romano y
el fenómeno de entonces de tantas personas
poseídas por el demonio?. ¿Era esta una forma enfermiza de rebelarse
contra el sometimiento romano y el dominio de los poderosos?”.
Y como siempre hago me
puse a reflexionar en oración sobre el
sistema neoliberal de mercado que padecemos. Cómo a los ricos súbditos del
emperador, a los modernos que producen y consumen les va divinamente. Pero, ¿cual
es la influencia del sistema que padecemos sobre esa masa inmensa de
empobrecidos que ni producen ni consumen
y que viven sobreviviendo apenas?.
En tiempo del Imperio
romano en Palestina, al menos, la defensa de los más débiles y oprimidos era
internalizar esa presencia del poder despótico sin defensa en la figura auto
creada enfermizamente del demonio que los poseía.
¿Cómo se internaliza en
nuestro tiempo entre los más miserables, de los que tenemos un 19% en el
Paraguay, sin contar a los que son pobres (en el campesinado el 45%), esa
opresión de las consecuencias del sistema neoliberal que los cataloga
simplemente como los que “sobran”?.
¿Será la rotura dela
familia como una especie de protesta contra lo
que es “Institución” de la que nunca sacan nada?. El sexo como “animalidad desbocada” en
quienes tienen cerebro, ¿no será un anhelo deliberación frustrada de libertad entre los que ni aparecen en el
mapa?. El maltrato familiar ¿es un grito de desesperación?. Y las drogas,
¿qué sentido social tienen en un contexto como este?.
Todas estas ideas
debieran de preocuparnos y tenerlas en cuenta
quienes trabajamos con los empobrecidos desde la ley, la psicología, la
educación la Fe o la economía. Trabajamos sobre enfermos con
una enfermedad socio-político-económica.
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