Los que sufrimos el
golpe de Estado tuvimos nuestros días de
duelo, luego psicológicamente nos desahogamos con los micrófonos abiertos, más
tarde hicimos algunas acciones de
protestas. Ahora estamos serenamente
pensando en cómo el Pueblo
paraguayo recobra el proyecto de Cambio que le fue robado.
Los que dieron el golpe
de estado estuvieron callados, pero no
ociosos. Temían que el Pueblo exigiera la continuidad de sus conquistas. Dieron señales de echar funcionarios, suprimir
instituciones como la APS, cambiar el
sentido a la TV Publica, Paraguay JAJOTOPA etc.. Pero este gobierno de Federico
Franco es débil, sabe muy bien que una manifestación de varias decenas de miles
de ciudadanos lo puede echar a tierra. Y por miedo cambiaron de táctica. No
echan de su trabajo a muchos juntos, sino
poco a poco. Atacan solapadamente y con
la promesa de aumentos salariales que ya antes fueron aprobados. No se atreven
a decir que la salud es gratuita, dicen que será “más barata”.
La lucha está
planteada.
Lo colorados mataron
dos pájaros de un tiro en ese juicio
político, verdadero golpe de estado: se vengaron del que los bajó a la llanura después
de sesenta años seguidos en el Poder y
pusieron en la cuerda floja al Partido Liberal para que fracasara y así ellos
creen llegar solos y fuertes a las elecciones del 2.013. Y la cúpula liberal
cayó en la trampa.
Y los ganaderos,
sojeros, empresarios, mafiosos de la droga y del contrabando, con la ayuda de
sus servidores los cuatros partidos golpistas, creen haber frenado a los
campesinos invasores y a la ciudadanía
organizada.
Ignoran que el Pueblo
abrió más los ojos con el golpe. Ahora el
trabajo no es fácil. El Pueblo tiene que unirse todo. Lo cual significa
abandonar deseos personalistas y elegir a los mejores para lograr mayoría en
diputados y senadores. Recuerden que somos un régimen casi parlamentario
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