El diario The
Guardian han alertado a la opinión
mundial sobre el acceso directo a los contenidos de usuarios de Google,
Microsoft, Apple etc.. de la NSA (“National Security Agency”). Por
favor, no la confundan con la
paraguaya NSA “No somos ángeles”, aunque en este caso también
se le podría aplicar.
Los vigilados son
extranjeros en los EE.UU. o fuera.
Aunque también hay casos concretos de masiva
vigilancia de ciudadanos norteamericanos.
Curiosamente Google,
Microsoft, Apple etc.. negaron este hecho.
The Guardian señala,
sin embargo, en 2007 Microsoft se unió a este programa
(aunque diga “la privacidad es nuestra prioridad”). En 2008, Yahoo. En 2009, Google, Facebook. En
2010, Apple.
La NSA pertenece al poder militar. Lo cual es muy
peligroso para la ciudadanía común.
Lo más difícil de
aceptar es que todo este espionaje electrónico ya ocurría desde hacía siete años.
“El problema está que ni el Senado ni los ciudadanos a los que
representamos, sabemos si las garantías (las que protegen a los
norteamericanos) funcionan. Los que
saben, no pueden hablar de
ello. Y el estadounidense promedio no lo puede saber”
(Senador Christopher Coons).
Este tema ya estaba
en el Documento “Tendencias Mundiales 2030: nuevos mundos posibles” del que
escribí el 8 de junio.
Insisto en el porque
muestra una faceta negativa dentro de todo lo positivo de la tecnología: el uso y abuso de esta para
intentar defender “a como sea” causas individuales o públicas.
Con ello el ser
humano es oprimido y pierde valores que son irrenunciables como la libertad
y la privacidad. El
Estado moderno no puede convertirse en una cárcel que no
tiene rejas de hierros, pero si barreras que en muchos casos son peores, no
solamente encadenan al cuerpo sino al mismo tiempo limitan la expresión del
espíritu.
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